Washington, Científicos del laboratorio de Astrofísica de Burdeos, Francia, sugieren que el 95 por ciento del agua de Júpiter proviene de un cometa que impactó en ese planeta hace casi 20 años.

Según la revista Astronomy and Astrophysics, en julio de 1994 el cometa Shoemaker-Levy 9 (SL9) impactó en Júpiter y dejó gigantescas cicatrices oscuras visibles durante semanas en su atmósfera, pero su efecto químico ha durado más tiempo.

Los astrónomos observaron una emisión de vapor de agua durante las colisiones, pero a partir de ahí les era difícil evaluar cómo podría modificar la composición de la atmósfera a largo plazo.

En 1997 el Observatorio Espacial Infrarrojo ESA, detectó vapor de agua en la estratosfera del planeta y los especialistas sospecharon que podría ser una consecuencia del impacto del SL9, aunque había otras posibles fuentes.

Tras 20 años del choque, los científicos franceses resolvieron el enigma a través del Observatorio Espacial Herschel de la Agencia Espacial Europea.

«Gracias al Herschel, hemos relacionado el impacto extraordinario de un cometa con el agua de Júpiter, resolviendo finalmente un misterio que ha persistido durante casi dos décadas», afirmó Göran Pilbratt, participante del proyecto científico.

Las nuevas observaciones muestran una clara asimetría en la distribución del agua en Júpiter, hay entre dos y tres veces más en el sur que en el norte, y se concentra en altas latitudes, lo que coincide con el choque del Shoemaker, explicaron los expertos.

FUENTE: http://www.agua.unam.mx/